Rechaza la crisis, vuélvete hermosa fácilmente —— Cómo prevenir la queratitis bacteriana usando lentes de contacto
Rechaza la crisis, vuélvete hermosa fácilmente —— Cómo prevenir la queratitis bacteriana usando lentes de contacto
Todas las mañanas, póngase hábilmente los lentes de contacto frente al espejo, diga adiós a los grilletes del marco en un instante, los ojos son hermosos y enérgicos, ¡seguro que comenzarán un buen día de humor! Sin embargo, una vez que no se cuida el cristalino pequeño, las bacterias entrarán en los ojos silenciosamente, causando queratitis bacteriana. La queratitis bacteriana, en términos simples, ocurre cuando las bacterias invaden la córnea debido a una mala higiene ocular y se multiplican allí. Los primeros síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón, sequedad, picazón, una sensación arenosa como partículas de arena, junto con guiños y lagrimeo frecuentes. Si no se trata, la afección empeora: el ojo se inflama más, la visión se vuelve borrosa, se desarrolla un dolor intenso, la sensibilidad a la luz causa molestias, los ojos pueden permanecer cerrados y se acumula secreción llena de pus. En casos críticos, las bacterias pueden erosionar la córnea en pequeños hoyos, lo que puede causar una pérdida permanente de la visión que puede requerir una intervención quirúrgica.
En circunstancias normales, los párpados y la película lagrimal forman una barrera protectora relativamente estable para salvaguardar la seguridad y la salud del globo ocular y la córnea. Sin embargo, los lentes de contacto, como objetos extraños, son propensos a asociarse con queratitis bacteriana durante el uso. Esto es particularmente preocupante para muchas personas descuidadas que pueden descuidar los procedimientos de esterilización adecuados, creando vulnerabilidades que permiten la invasión bacteriana. Como todos sabemos, las funciones principales de la solución para el cuidado de lentes son humectar y desinfectar. Los componentes antibacterianos no solo eliminan los contaminantes de las lentes, sino que también crean un entorno resistente a los gérmenes durante el almacenamiento. Por lo tanto, es crucial no ser demasiado frugal con su solución–Es muy imprudente mantener una botella sin usar durante más de medio año. La eficacia desinfectante de la solución disminuye gradualmente con el tiempo después de abrirla y, una vez comprometida, el ambiente húmedo se convierte en un caldo de cultivo ideal para las bacterias.
Muchas personas toman atajos con sus anteojos, no solo usándolos durante períodos prolongados, sino incluso durmiendo con lentes de contacto–¡Una práctica peligrosa que tiene cinco estrellas en la calificación de peligro! Al igual que nuestros pulmones necesitan aire fresco, nuestras córneas también requieren oxígeno. Cuando se usan todo el día, permanecen privados de oxígeno y son propensos a las molestias. Si se deja actuar durante la noche, la córnea no puede obtener suficiente oxígeno, lo que debilita sus defensas. Esto crea un ambiente ideal para que las bacterias prosperen, provocando una "tormenta turbulenta" de infecciones. Entonces, ¿cómo podemos reducir los riesgos de infección? Primero, cambie su solución de contacto con frecuencia y a fondo—No dude en enjuagar y desinfectar adecuadamente. En segundo lugar, siempre quítese los lentes antes de acostarse para permitir que las córneas respiren y absorban la humedad, mientras mantiene el tiempo de uso dentro de los límites recomendados. En tercer lugar, siga estrictamente el período de uso recomendado—No extienda su tiempo de uso más allá de la fecha de vencimiento y considere reemplazarlos temprano si es necesario. Cuarto, no aguante con molestias en los ojos. Si se produce alguna irritación durante el uso, quítese los lentes inmediatamente y busque atención médica de inmediato si es necesario.