Si siempre sientes que tus ojos están secos e insoportables como el pegamento, ves cosas empañadas o inconscientemente quieres frotarte los ojos, entonces puedes tener el síndrome del ojo seco. En la práctica clínica, aunque el síndrome del ojo seco no es una enfermedad grave, puede afectar en gran medida la vida diaria. Hay varias señales de advertencia que pueden indicar que ha desarrollado el síndrome del ojo seco, siendo la más notable la sequedad ocular persistente. Ya sea en interiores o exteriores, durante el día o la noche, es posible que experimente una sensación pegajosa y arenosa en los ojos. Particularmente después de quedarse despierto hasta tarde viendo programas o jugando videojuegos, es posible que sienta algo frotándose constantemente alrededor de los globos oculares. Incluso cuando te frotas los ojos o usas gotas para los ojos, la incomodidad no disminuye–Este es un signo claro del síndrome del ojo seco.
El síndrome del ojo seco se manifiesta más allá de la sequedad con síntomas que incluyen fotofobia, dolor ocular y lagrimeo excesivo. En ambientes brillantes, los pacientes pueden experimentar dificultades para mantener los ojos abiertos. Pueden aparecer signos adicionales como visión doble o visión borrosa temporal. Si estos síntomas persisten en su vida diaria, no dude en buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico generalmente se puede confirmar en minutos a través de pruebas de película lagrimal o evaluaciones de la función de las glándulas de Meibomio. Hay muchos consejos para prevenir el ojo seco, pero la clave es la prevención. Comience por deshacerse de los malos hábitos que pueden dañar sus ojos. Cuando esté mirando una computadora o un teléfono durante 40-60 minutos seguidos, levántese y camine hacia una ventana y mire las montañas y los árboles en la distancia.
En el sofocante verano, el aire acondicionado se convierte en una necesidad inevitable, y muchas personas lo mantienen encendido todo el día. El aire seco elimina la humedad de nuestros ojos, por lo que es recomendable utilizar un humidificador para mantener la humedad interior entre el 40% y el 50%. Del mismo modo, el uso de ventiladores requiere precaución–Si bien algunos prefieren sombreros con ventiladores incorporados o mini ventiladores montados en el cuello, estos flujos de aire directos pueden acelerar la evaporación de la humedad ocular. La nutrición ocular también es importante. Una dieta rica en vitaminas, caroteno y luteína es eficaz para proteger las funciones oculares. Además, comer más pescado de aguas profundas o aceite de pescado de aguas profundas puede complementar los ácidos grasos para ayudar a los ojos a secretar aceites, lo que juega un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad de la película lagrimal.